Discurrir una carta sin letras.

He estado.

Donde está?
El estertor, un suspiro sucio, un suspiro lleno de burbujas y breves notas de cal.


Sostengo un foco prendido en mi mano, es un foco negro. Completamente negro; y su luz quiere convertirse en la apagada glutinosidad de mi sangre. Imagina una gelatina de sangre, a contraluz tiene pequeñas burbujas sólidas, cuágulos de ternura, nudos en la garganta que consumen poemas.


Busco: "a la brevedad posible". Pero mi cuerpo pesa. Por eso me gusta el plomo, yo soy plomo, soy esa pequeña lágrima que hunde la red de listones. Una tarraya de seda atrapa colores y sensaciones. Solo los olores se escapan, flotan a través cuadriculádos, formando un campo de cubos de olor.

¿Hasta donde tengo que ir para volver a escocer mis ojos con sal?


Me coso avieso sobre una tela amarillo pastel.

Hasta pronto. (murmullo azul celeste).