Y que tal si hubiera.

Hoy estoy aqui, y me siento con la cabeza gigante y pesada. Pero no estoy triste, tampoco feliz, solo un poco aburrido.
Derritiéndome lentamente como una crayola en la cancha de basquet y el papelito queda redondo y vacío, como la ropa de un desaparecido.

El calor te abraza completo, es casi un líquido cariñoso, un metal morado fundido.

44 grados. y el asfalto es negro.