Estatuto del estado estático.

Que ya no venía desde hace rato.

Los dedos sobre las teclas ya no se mueven sin pensar tan fácilmente. Estoy suspendido del techo, mi cabeza succionada por un hilillo de pensamiento incesante. Pensamiento en beige grisáceo, nada interesante solo pura tensión pura. He visto más números con significado tangible que cosas tangibles que puedo contar en este momento. Pequeñas misiones sin sabor brillante, solo un pesado y pastoso estrés que se derrite entre mis neuronas, acomplejando imágenes, atrofiando locuras, desvirtuando personajes.

Pues ahí está mi estado estático.

Prefiero andar en titulillo.

Un loco escucha Silvio Rodriguez.

"Estoy buscando una palabra,
en el umbral de tu misterio.
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¿Quién fuera un poderoso sortilegio?
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Estoy buscando melodías
para tener como llamarte.
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Sus zapatos desgastados son espejos
que me queman la garganta con el sol
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El que tenga una canción tendrá tormenta
El que tenga compañía soledad
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Una mujer se ha perdido
conocer el delirio y el polvo.
Se ha perdido esta bella locura
su breve cintura
debajo de mí.
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Veo a un perro ladrando a la luna
como otra figura
que recuerda a mí."

Silvio siempre es amarillo.

Quisiera un día sin nada. Un día de masas revueltas y sensaciones superpuestas. Imágenes borrosas y barro en las manos:

El tañido de guitarras invisibles hiere entre el estómago y el corazón. El sol entra por una ventana y en el cuarto blanco y vano, habito sentado en un banco de madera. Afuera no hay nada, solo la rueda amarilla. Y digo nada como nada, como vacío lleno de vacío.
En mi cabeza crecen personajes negros, como una medusa mal dibujada. Hace frío y caliento mis pies en el cuadro de luz que se pinta en el suelo. El calor es demasiado, de la rodilla para abajo todo se vuelve cenizas. Solo puedo pararme en dos muñones apoyados en pirámides gemelas. Y la punta se va encarnando y la sangre pinta el blanco y se mezcla con las cenizas. Con la masilla blanda de un rojo negruzco escribo en la pared: "EN EL BREVE ESPACIO EN QUE NO SOY, MI UNICORNIO SE PIERDE".  

De constantes y decenas de años de soledad.

Ayer dije "rough landing".

Hoy digo colisión total. Las efímeras vacaciones me hacen disfrutar de compañía apreciada, de momentos fuera de lo común, de personajes aleatorios que van mejorando entre recuerdos, como un buen vino. Y después, después una constante en la gráfica que es la vida rutinaria. Sin altos y bajos, sin histrionismos ni escenarios simbólicos. Me he pasado preparándome para prepararme para una vida con destellos; una vida de curvas senoidales maridadas con una buena exponencial de vez en cuando. Por que no ahora? por que no romper la constante a conciencia?

Busco al personaje interesante más cercano, lo busco en un radio de 200 metros alrededor mio. Y que esto sí sea una constante.

....

Ahora que releo esto no quisiera opacar con el contraste una semana llena de gustos cumplidos. San Miguel de Allende, a pesar de ser cultura mexicana deglutida y digerida por y para americanos retirados, sigue siendo un pueblo mágico en colores, en pequeños espacios que forman claros verdes, a la inversa. Patios viejos, de esos centrales  con fuente, que desbordan frescura y pasividad. Estando ahí casi me podía transportar a la casa de Úrsula y José Arcadio. Hasta un personaje gitano apareció y un daguerrotipo pude ver. Me faltaron bordadoras en el patio de la tarde y un loco abajo de un almendro.
Aparte encontré otro vicio de soledad, me compré una pipa de madera y aprendí a llenarla de tabaco. Es bonito, muy bonito San Miguel.    

Sí.

A veces sí quiero estar solo.
Escuchar el crujido del tabaco consumiendose y después el silencio vuelto humo. No es que masticarme me parezca suficiente; pero un solo sabor, sin acentos, notas o sorpresas explosivas, logra asentar los granos de café molido y distinguir las capas se hace más fácil.

FDC's aleatorios.

* Estoy desinflado. Soy un jamón que se cree gruyere; y la estructura no soporta su propio peso.

* Voló por el aire un tiempo sin luces. Dentro del polvillo vuelto nube viví yo. Comiendo trozos de guayaba verde que me crecían en la punta de los dedos. 
Y cada bocado significaba una lágrima de dolor. Pero el hambre era más y el dolor el único sentir.

Vacuo.

No entiendo nada... el escozor de las palabras sin decir me vuelve la garganta un paisaje lunar supurante. No quería despertar hoy en la mañana. Creo que puedo ser de las personas a las que tener una rutina puede volver loco. Y no digo loco de camisa de fuerza y mirada vaga; digo loco de rifle y asesinatos masivos. Solo me queda agradecer la apatía que pone punto final a todo esto, la vaga noción que tengo de "consecuencias" y el sincero deseo de no complicarme más la existencia. 

Y volteo por la ventana. Un cielo entre blancos apagados y grises acerados se ve estático. Aquí abajo se mueve el aire fresco y obliga a apretar los músculos sobre el esqueleto. Pues sí... me parece bonito. Solo hay que respirar; darse el placer de un café caliente y un cigarro que mariden bien con el vientecillo frío y seguir respirando. 



Puros recuerdos.

Hace unos días leí esta entrada de Ave Fénice y tangencialmente me recordó mi infancia.

Cuando era niño creía que todas las cosas inertes tenían sentimientos. Por ejemplo: Cuando me compraban unos tenis nuevos, tenía que explicarle a los viejitos por que ya no los iba a usar. Empezaba a justificarles su inutilidad con la mentira piadosa de que ya no me quedaban, cuando en realidad no podía decirles que habían perdido su lustre, las agujetas ya no tenían puntitas de plástico (tan útiles que son!) o simplemente eran menos bonitos y más sucios que los que todavía vivían en su caja. Me daba una verdadera tristeza por ellos, no por mí que ya no los iba a tener. Gracias a mi mamá, siempre me redimía la idea de que alguien más los iba a utilizar por que los íbamos a regalar. No sé si eso me sirvió para tener una conciencia social o más bien para ser un consumista sin conciencia

También era un niño que se impresionaba muy fácil. Cuando mis hermanos mayores (ogros sin sentimientos) me hicieron ver Freddy Krugger y ví como salía de un resumidero en la regadera, me resultó imposible meterme a bañar sin tener un miedo irracional a pisar la rejilla metálica... así que me creé una poción (agua con pedacitos de jabón y shampoo) que cada que entraba a la regadera tiraba por el resumidero para que Freddy se resbalara y me diera tiempo de bañarme antes de que él subiera.
Con la misma esquizofrenia/paranoia infantil me imaginaba que Freddy y Eso el payaso (gracias a los hermanos mayores de nuevo), escalaban desde las coladeras, todas las noches para llegar a mi cama. ¿Has escuchado la sangre fluyendo en tus orejas cuando te acuestas sobre la almohada? Pues yo pensaba que era el sonido de ellos dos martillando placas de concreto para subir. Así que dibujé un pseudo-talismán que puse debajo de mi colchón y resolví el problema. Nunca me importó que dormía en la litera de arriba y a mi hermano llegarían primero. Take that! ogro sin sentimientos.

Intersticio.

Intuyo tertulias de magos blandos, que se generan espontáneamente entre el inconsciente y la verdadera luz de la mañana.

Cansado de tomar decisiones inmediatas, huyo a las futuras y juego con mi personaje. De pronto me gustan ideas que no tienen sentido del todo y de pronto me deprimen posibilidades posibles. A veces me siento hecho y a veces cascara de naranja sin gajos dentro.

Sin interrupciones

Que si hace falta cemento, silicón, pintura, block, chapas, tarjas....que me visita un supervisor "on a high horse", un contratista muy señorita o un albañil turbado/ofendido/necesitado/high. Y me drena.

Todas la mañanas con un café y un cigarro no tengo más ganas que volver a presionar teclas hasta formar palabras que me gusten y se recompongan en un collarcillo hippie de ideas ensartadas. Así que hoy cierro mi oficina.

De donde vengo no existe la necesidad de estar consciente. Las imágenes se pintan aparentemente por si solas y por eso me mueven más.  Los mares no son azules ni claros ni oscuros, son rojos, amarillos, de mercurio y mercuriales. La luna sí me responde y el monólogo se distorsiona hasta el punto en el que el teatro desaparece y no queda más que un balcón bañado en plenilunio; donde me planto yo hablando distraído. Observando allí abajo filas danzantes de mujeres albinas de ojos fuego. Y las filas se mecen en olas y las olas rompen en sonidos profundos y sordos, de pequeñas implosiones  de agua comiendo agua. Un cuervo pasa frente la boca-blanca-luna y kraaa! me corre de la pintura... me des...pie....rto.

Warped I.

Miéntome.

Cansado y con pesadumbre me subí a un avión.

Son las 10.13 pm. y trato de leer un libro para distraer un sueño incómodo. La luz de lectura me pone en un spotlight tibio y lánguido. De repente pienso "estoy tan cansado que ya quiero llegar a mi casa" y el mundo se descoloca. Ya no sé si voy o vengo, por primera vez en mi vida siento una verdadera locura. Se me revolvieron los datos y no sé hacia donde vuela este aparato. Si quiero ir a mi casa, ¿voy a donde vengo?

10.15 Lucha entre palabras escritas e ideas pensadas. Finalmente se impone el sueño, tercer contrincante vigoroso. Presiono el botón sobre mi cabeza y me abandono al inevitable itinerario. Voy a una cama.

Firmo yo.

No sé si son mentiras. 

Quisiera pensar que hoy hay más seudónimos y alter egos que personas en el 1500. La posibilidad de ser otro está tan al alcance de todos que la mayoría lo aprovecha. 

Yo firmo desde una cueva Eritrobo. Todo por una noción romántica de libertad de palabra. Pero no es verdad, te creas un personaje que también tiene sus límites y son tan reales como los propios. Y también demanda, demanda exposición y un espacio para poner sus letras. Límites sobre tus límites. Necesidades sobre tus problemas. 

Pero, al parecer, no todo es tan malo. Sigo escribiendo aquí y él también. Y me gusta, no sé si la complejidad o la posibilidad, pero me place. 

José Antonio. 

Claro oscuro de una flor marchitándose.

Un cuarto oscuro que se conforma con una simple luz de luna. Una luz tan lejana que enfría de azul plateado. Los pistilos ceden su estructura al albedrío de la gravedad. Los pétalos oscurecen su carne mientras se mueven las estrellas. Y el perfume se enrarece con el miedo a la putrefacción.

¿Por que no me hiciste caso? Agua fría; con eso hubiera bastado.

tzxzx.

Me duele la cabeza.
Es un ligero dolor que se aprieta contra las cienes desde dentro. Ha de ser un mamífero sin mamá ni mama.

Sopor fdc03

Sopor solsticio Sumatra. Un giro inesperado en el aliento almendrado de la suciedad de abajo. Crío de un semejante ejemplar que manipula los sentidos. Un diáfano final de olor, un revés en el trazo de la tilde y punto. Alimento idolatrado por algunos, un grato sentir de la perla que con su color no hace honor a su nombre. Dibujo de un niño pequeño, pintura roja sobre un enorme papel blanco. Hojas de más, hojas de encino secas, pero hermosamente crujientes. Creativos pensamientos, tortuosas dibujantes que se borran en mi memoria. Mujeres que hilan tapetes a mano en una vieja casona garciamarquezca, que se ilumina con una luz amarillenta que pinta todo de antiguo, de reverencia, de un perfume vetusto que penetra el ambiente y perdura a la vista, por encima de todo. Miscariote que se enoja con el sonido emocionante de la caída de cristal, un súbito estruendo que te crispa la espalda, que te toma las corvas por sorpresa. Eludible hasta las cachas: un señor sentado al lado de una puerta en una silla de mimbre y madera tallada a mano, autóctono del polvo, de las paredes blancas y sombreros chuecos; un sentimiento ámbar, una sensación de caminar en una gelatina muy ligera, en una gelatina de naranja rebajada con aire caliente que levanta una pequeña nube beige que te ataca con su finura, que se inunda de tus vapores y se va y se queda, que refresca y te incomoda, que te ensucia y te iguala al escenario que transitas. 

Lentamente.


Siempre supo rendirse ante la injusticia del blanco sobre blanco.
Un posible adelanto de lo que se vivirá, una posible ruta alterna a esta miserable bondad que lo rodea. El muchacho se murió mucho tiempo atrás, ahora solo queda el amasijo de carne putrefacta que seguramente sigue atrapado en esos pantalones de poliester negro que fueron su último par. No puede ser que nunca le dije que todo estaba bien. Nunca le dije que yo era él.

Io sono stocker.

Me descoloco al pensar en el pasado.

Ahora que todos somos tan "estockeables", me pongo a pensar en el agua de colores en la que estaba sumergido y que se me va terminando por falta de chispazos. Así que busco a personas que no tengo y encuentro imágenes que me llevan a otro lado. Disfruto el viaje y pretendo no poder terminarlo.

Que bonitas cosas brotan de otras mentes. Por mucho tiempo he llevado en la mente una tinta negra sin contraste. Hoy quiero flores azules-amarillas-moradas-guindas-con puntos- con rayas - con pistilos llenos de sabores. Contrastes.

No se ocupa luz de vela, no se necesita un fondo negro y adormecido. No se ocupa noche para estar..... dormido.

Recomenzar.

Les transcribo esta transcripción que recorté de un periódico (no me acuerdo cual) cuando estuve en Barcelona. El que firma el artículo es Genis Plá (apellido que encuentro por demás catalán).  La recorté por que la carta dice: "quiero volver a ser gris", y eso yo lo escribí en algún lado antes de verlo allí. Parece ser que las palabras si son finitas y los acomodos se van a repetir tarde o temprano.


"Diestro soy. Mi mano es esta la que se mueve con trabajos pseudo-mecánicos. Sigo escribiendo paciente , algo vendrá. Quizá tu respuesta, quizás tu misma, a pie o en caja. Todo lo prefiero a esta nada que sigue discurriendo lenta. Siempre quise ser especial, tener ese secreto revelado, el que te cambia la vida, el que juega con las posibilidades de manera que nunca imaginaste. ¿Y de que sirve? ahora soy esa persona. Estoy marcado por un halo de desesperada soledad. Tu estás lejos viviendo aventuras intricadas y peligrosas y yo solo soy el personaje que espera en la misma monotonía de la que te apartaste. 
Quiero volver a ser gris, quiero no tener tonalidades. Quiero volv (sic)"**


**Así encontraron la carta entre los escombros de la iglesia de Sant Esteve, que se derrumbó el 22 de Mayo de 2001 mientras se oficiaba misa. La sangre y manchas de tinta hacen ininteligible el resto de la  misiva.

Después decía más cosas que no me importaron.

Cualquier lado fdc02

Pudiendo ir hacia arriba, voy hacia cualquier lado.
Los ojos me arden escocidos en el humo de un cigarro de hojas ideas. Los vientos se mueven sobre el horizonte y se levanta una ola de polvo amarillo. Detrás de ese escenario se esconde un niño, envuelto en edredones de sabores imaginarios.
Y yo, queriendo llegar al calor de los pliegues me ahogo en la marejada de pus en polvo.
Una gelatinilla se forma con mis lágrimas en dos lineas verticales que amarran mi rostro en un grito desaforado que clama clemencia.
Vericuetos cálidos burbujean en mis ideas pero no logro formar un solo suelo firme donde anclar este botecillo lleno de hoyos.

Acabo de comprender que mis manos se llenaron de más zurcos. En verdad que todo el día estoy cambiando. Se me va la vida como humo entre cabellos y solo queda un olor nauseabundo que ni agrada ni se permite transmitir los placeres que le dieron vida propia.

Muéganos llenos de agua que mueren entre dientes y son escupidos en una tierra sedienta. Saliva salada soldada al sol.

Hastadiós. (Con dedos calentitos).

p.d:  fdc## = flujo de conciencia##. fdc01=http://eritrobo.blogspot.com/2007/11/dudas-esculpidas-fdc01.html

Rayas.

Vuelve
por que ya
me voy.

Huye
por que
vuelvo con
la cabeza
llena de
pensamiento en
coágulo.

Estamos
los dos aquí
en busca
del nosotros
que me cené
ayer en la mañana.

Lloraste
3 lágrimas
de sal caliente.
2 suspiros
de azul en el
aire.
Y no recogí
el espejo quebrado.

SOLO sol SolO

No sé si hay sangre en mi cerebro. Pero si la hay, tiene que estar llena de esquirlas de algún sueño hollow point. Están encarnadas ahora, como tumores de células gas mostaza. 


Así escribo hoy, sin ganas de tener cabeza: Sin sueño y cansado. Sin sueños y berreando el hoy. Sin uñas y con una comezón que me desquicia las corvas. Sin dedos y tecleando a muñonazos.


Pero quiero decir esto: 


Vi entre las hojas de un libro morado un pequeño animal peludo. Se tiro entre la H y la Z de holgazán y cuando despertó bostezo unas A's largas y tan demodé que se veía ridículo. Paso sus patas entre P's de plata y pintó párrafos pragmáticos con prisa: "Pringo de plátano por prisa de panza". Y la lengua se le hizo agua... literalmente. "Lengua larga de alubias lánguidas, que lame litros de luz licuada". La L se molestó, traumada por su perpendicularidad severa, del uso límitrofe a la locura de la lengua larga, y huyó al lado de la S tan su enemiga.  "SL"... a la O se le antojó separar el acople de ontología incomprensible (solo por que ontologia le gusta como casa). Y puso SOL tan cerca que quemó todo el libro y el melenudo animalito cenizas secas se volvió. 
La O se repitió en un sueño y SOLO este que escribé, se quedó. 


Hasta que vuelva. (Con un zumbido entre neuronas). 

Entre olas.

Aquí va otra hoja.


"Condenado a vivir solo, me encontré una piedra de jade entre las olas. Ente entético que jugó con palabras todo el tiempo. No sé si quiero entenderlo, por ahora el misterio de sus voces me suena a sinfonía".

Anzuelo.

Como mi letra es para mi, puede ser que no sea legible para ti o para ti o para usted. Así que transcribo.

"Propuse un silencio. Un solsticio de quietud en el que las partículas no vibren; así desbarato los sentidos y las sombras se alargan en el fondo blanco e inerme. No encuentro el fondo del pozo en el que vacié mi sangre; y como mis venas se quedaron desinfladas mi cabeza gira en una ligereza casi celestial. Desafío los vértigos internos y cruzo el puente."

Disrobe.



Cuando empecé a transcribir mi escribidero, me quedé con ganas de acompañar los textos con todas las imágenes que se desprendían de ese estado pseudo-despierto-pseudo-soñando. Al fin los pude escanear, así que te presento mi escribidero y alguna página que me guste.

Un cuervo sin color.

Siguiendo el ejemplo de los fellow bloggers. Me gustó esto de responder preguntas random. No matter what.

http://www.formspring.me/Eritrobo

kraaa-kraaa.

Aparicio.

No sé si existe una constelación cósmica lejana e inimaginable, que haya albergado algún cambio climático drástico y ominoso que repercuta en la coincidencia de hoy. Y no es una tan rebuscada y sorpresiva ahora que lo pienso, es más bien una que me parece tan inconexa como a ustedes nunca les podrá parecer. 


El título de mi anterior post tendría que ser utlizado de manera integra en este (aunque no lo hice por no perder la oportunidad de titular), y es que el personaje que describo como segundo en "viaje en automovil" a vuelto a aparecer más lleno de detalles ficcionantes (sic?).


Lo vi sentado en una esquina, una esquina alta (no sé si por virtud o falta de ella de algún ingeniero civil), le colgaban los pies. Y mientras co-habité su esquina me mentó la madre, me llamó por nombres que nunca me han pertenecido y lo ví escribir en un papel.


Nada fuera de lo común al parecer, pero en retrospectiva todavía busco la hilacha de situaciones que conecta los puntos que lo conforman. ¿Por qué? por un detalle tan sencillo y confuso como que cuando escribió, su letra era una de las más bonitas que he visto. Era una letra antigua, de colegio de padrecitos; cursiva, llena de garigoleos pequeños en las puntas y una severidad inclinada en los cuerpos. Embebida de su parsimoniosa existencia, pero elegante como solo no lo puede ser un pordiosero. 


Y el primer referente que me descubre aqui sentado tratando de dibujar la mayoría de la imagen es el de los amores caninos de Iñárritu. Pero este por ser más real para mi, se merece una historia más espléndidamente ficticia. Si algún día me sale de los dedos la pongo por aqui. 




Hasta que vuelva!. (con la cabeza hecha un nido). 

reenCUENTrO

Dilucido imágenes hechas de sal.

El viento sopla~~~desaparecen y me quedo con la tremenda agonía de sentir que ahí estaba escrita toda mi vida. En unos simples chorros de partículas sólidas. 


Vi un sol que parecía ser el principio, un hueco que parecía ser la mitad y un cuarto deshabitado que parecía ser el punto de retorno.

No entendí. No entendí nada, pero sé que él si lo hizo, por que él fue quien dejo que la sal cayera y acomodó en un instante todos los granos en una composición que pareciera aleatoria y que al mismo tiempo resonara dentro de mi.

Hoy el espejo de oro parece derretirse de frío, por que su temblor es una pequeña onda de movimiento que de manera mística no se disipa y la imagen entonces se hace líquida y ajena. Ahí adentro me encuentro yo.... y sí, me encuentro por que no sabía donde había quedado el del cráneo lleno de gatos negros, señoras de pelos grises larguísimos y paredes pintadas de flores codificadas.


Hasta pronto. (con los dedos morados de destripar tintas)
--
--

Viaje en automovil.

Tengo que escribirlo. Mañana llena de personajes.

Primero: Mujer parada en la carretera en medio de la nada. Esperando a alguien, a algo. Vestida de prostituta, a lo mejor lo era. Con los 12 grados de las 8.00 a.m., ombliguera azul eléctrico y pesqueros negros, entallados. Pelo negro largo, permanentemente removido por el aire violento de carros en movimiento. Y yo, con las manos frías.

Segundo: Pordiosero arquetípico. Caminando lentamente, no tiene prisa, no va a ningún lado. Capas de vestimentas raídas, una camisa de cuadros negros y blancos sin una manga sobre una camisa blanca (o lo era en algún tiempo) sobre una sudadera azul celeste, pantalones cenizos y zapatos rotos. Su cabello permanentemente inmovil por la grasa de un tiempo violento sin bañarse. Y yo, con los pies helados.

Tercero: Viejita caminando por la calle. La locura de la edad fehaciente en sus palabras dirigidas a nadie, lleva prisa, no sabe a donde va. Un swetercito blanco perla, pantalones negros y chanclas. Su pelo un amasijo de canas, permanentemente pardo por la cantidad violenta de años bañándose. Y yo, todo congelado.

Cuarto: Un carnicero de pueblo. El sadismo de su delantal sangriento balanceado por un bigote sobre una sonrisa llena de dientes. Su pelo negro y corto permanentemente convulsionando por la violencia de sus movimientos. Sudadera blanca, impresionantemente pulcra y pedazos de cadáver, identificables por los más conocedores, colgando de ganchos a su alrededor. Y yo glacial yo.  

Tell me something I don´t know.

please.

Cuando muerdo.

A mi me gustaba morder y había gente que me dejaba hacerlo.
Pero morderme las manos fue una de las cosas que hacía cuando era más chico. Apretaba hasta que quedara una impresión profunda y blanca (lo profundo no duraba mucho lo blanco se ponía rojo). Creo que solo era ansiedad, ansiedad de romper un capullo de piel cicatrizada. Un capullo que yo tejí con la idea de tejerlo. Una matriz que protegí con ganas de protegerme. Un escudo que urdí con ganas de hundirme. Dejar de respirar hasta no ser yo. Ser el destripador de mis tripas. Iniciarme en el canibalismo hasta morir asfixiado por mis propias uñas.

Y hoy regresan las ansias a mis dientes por que empiezo a tejer de nuevo. Pero no tejo en hilos blancos de seda si no en satín negro. Por que la transformación se apaga y la mortaja empieza a tomar forma.

Morder, morder con dientes tus dientes. (sí otra vez).

Hasta después después. (sin dedos).

En el cielo de mi ventana hay una mosca.

Una pequeña mancha negra que se mueve en pausas, tiquitiqui-tiquitiqui-tic.

Placercillo que deviene.

Estoy escribiendo estas letras con un cigarrillo en la boca y frio en las manos.

Sé que puede parecerte insalubre, incluso hasta asqueroso. Pero un cigarro, un café y un libro en una noche fría, por más bohemio y cliché que parezca, es un placer que no me canso de disfrutar.

Tienes que estar solo, el humo tiene que salir lentamente como si emularas tu taza de líquido negro y el libro tiene que ser bueno (no importa que sea banal y digno de olvidarse). Casi quiero ser de la generación beat cuando lo pienso y estar en algún bosque frente a una fogata, meditando. Como un personaje secundario de Kerouac.

Del humo que sale de mi boca abierta surgen imágenes que se pueden leer, como si fueran cartas del tarot, hojas de té, huesos tallados o reflejos en el agua. Algún día me creo un alter-ego estilo Monsieur Hossé y me visto de frac victoriano, con un sombrero de copa y un bastón que tenga cabeza de perro de compañía. Me voy a sentar en una casa barroca a leerle a elegantes caballeros y damas su suerte en una bocanada de humo.

Un círculo perfecto, una vida corta y feliz.
Una pequeña nube informe que augura libertad de pensamiento y creatividad.
Un arco largo y efímero que detalla personalidades místicas y propensas al fanatismo.
Un largo tirón blanco que habla de mucha actividad e inquietud intelectual.
Varias volutas inconexas que definen personalidades viciosas y de lengua afilada.

Y al final me despediré con un simple y estoico "adieu et bonne vie".



Normal.

Todos tienen dudas acerca del pasado. Todos se preguntan por "hubiera"; todos saben la respuesta inmediata de "no existe" y la conclusión inminente de "ponte a trabajar".
Pero sigue siendo inevitable reinventarse el futuro trastocando el pasado. Sigue siendo imposible no preguntarnos por que no anhelábamos lo mismo antes.
"¿Por qué nunca empecé?" y así se encuentra uno con un futuro pseudo-incierto, pseudo-odiado, pseudo-temido; y un pasado definido, reprochado y menospreciado.

Nunca quiero lo mismo que quería y querré algo que no sé que pueda ser. Normal... normal. no?

Cuasi-cadaverexquisito

Si recolectas imágenes en un bote metálico, cuando las quieras sacar tus huellas se van a pegar en el reflejo de un mundo diluido.
Diluido yo; me diluí en un líquido amarillo como la tristeza y cuando voltee a ver la cabeza coronada de un Dios voy a evaporarme en humos flamables.
Flamable tu esencia y tus dientes. Cualquier chispa te despierta dragón Dolor, del dibujo de dedos demacrados por el simple paso del tiempo.
Tiempo turbio que me obliga a tomar té de mi mismo, y me sumo a un ciclo decadente de canibalismo emocional.