Un loco escucha Silvio Rodriguez.

"Estoy buscando una palabra,
en el umbral de tu misterio.
----
¿Quién fuera un poderoso sortilegio?
----
Estoy buscando melodías
para tener como llamarte.
----
----
Sus zapatos desgastados son espejos
que me queman la garganta con el sol
----
El que tenga una canción tendrá tormenta
El que tenga compañía soledad
----
----
Una mujer se ha perdido
conocer el delirio y el polvo.
Se ha perdido esta bella locura
su breve cintura
debajo de mí.
----
Veo a un perro ladrando a la luna
como otra figura
que recuerda a mí."

Silvio siempre es amarillo.

Quisiera un día sin nada. Un día de masas revueltas y sensaciones superpuestas. Imágenes borrosas y barro en las manos:

El tañido de guitarras invisibles hiere entre el estómago y el corazón. El sol entra por una ventana y en el cuarto blanco y vano, habito sentado en un banco de madera. Afuera no hay nada, solo la rueda amarilla. Y digo nada como nada, como vacío lleno de vacío.
En mi cabeza crecen personajes negros, como una medusa mal dibujada. Hace frío y caliento mis pies en el cuadro de luz que se pinta en el suelo. El calor es demasiado, de la rodilla para abajo todo se vuelve cenizas. Solo puedo pararme en dos muñones apoyados en pirámides gemelas. Y la punta se va encarnando y la sangre pinta el blanco y se mezcla con las cenizas. Con la masilla blanda de un rojo negruzco escribo en la pared: "EN EL BREVE ESPACIO EN QUE NO SOY, MI UNICORNIO SE PIERDE".  

0 huecos en el monologo.: