Vagando con el animal que se desprende desde mi pecho, pude encontrar un camino secreto, un camino que entraba dentro un árbol gigante. Y me metí. Volví la mirada y encontré que no había ningún camino... solo una oscuridad que parecía pulsar. Una astilla en el pie me hizo voltear al frente, estaba dentro, el árbol era un árbol y la astilla una serpiente, mi sangre fluía hasta las raíces y los ojos de ella hablaban con una mezcla de tristeza y eterno agradecimiento. Cuando me caí, subió hasta mi pecho y se encontró con el animal, lo vio, lo rodeó con su cuerpo curvilineo y lo apretó delicadamente. Mientras le susurraba un verso en francés siguió apretando hasta que dejé de respirar y el árbol murmuró complacido en el viento.
Le mystère des nuits exalte les coeurs chastes !
Ils y sentent s'ouvrir comme un embrassement...
Tengo que aceptar donde camino
Hace 9 años